Las camisas estampadas siempre han sido más difíciles de combinar que las lisas. No obstante, el esfuerzo que hay detrás de ellas es incluso mayor que en el diseño de las camisas básicas. Los diseñadores trabajan en patrones y estampados diferentes temporada tras temporada. Sin embargo, una camisa estampada de calidad no pasa nunca de moda si la sabemos combinar con lo adecuado.
Las camisas estampadas pueden crear estilos diferentes en un mismo look, porque cada diseño trasmite una cosa u otra. Un ejemplo de ello son las camisas de cuadros. Estas se corresponden con uno de los diseños más tradicionales, pero siempre podremos «moldearlas» según el estilo que queremos llevar. Por ejemplo, no seguiremos el mismo estilo con una camisa a cuadros de tallaje Slim Fit, es decir, entallada, que con una Regular Fit: más holgada. La primera podremos usarla para ocasiones más formales y la segunda incluso abierta con una camiseta abajo y simular el estilo «leñador», más casual.
Por otra parte, un estampado a rayas siempre quedará más formal que uno a cuadros. A diferencia, de una camisa a cuadros, las camisas estampadas a rayas de tallaje Regular Fit siguen el mismo estilo sofisticado que un corte Slim Fit.
De este modo, aunque el tallaje de la camisa determine en muchos casos el estilo que expresaremos con nuestro look, no lo es todo. Es decir, el corte no es el único factor que determinará nuestro estilo, también repercutirá en mayor medida el patrón de nuestra camisa estampada.